Iba, en un paso rítmico y felino
A avances dulces, ágiles o rudos,
Con algo de animal y de divino
La bailarina de los pies desnudos.
Su falda era la falda de las rosas,
En sus pechos había dos escudos…
Constelada de casos y de cosas…
La bailarina de los pies desnudos.
Bajaban mil deleites de los senos
Hacia la perla hundida del ombligo,
E iniciaban propósitos obscenos
Azúcares de fresa y miel de higo.
A un lado de la silla gestatoria
Estaban mis bufones y mis mudos…
¡Y era toda Selene y Anactoria
La bailarina de los pies desnudos!
4919 Personas se interesaron por este Poema